18 de mayo de 2016

MIL GRULLAS POR SADAKO

La tradición japonesa dice que se le concederá un deseo a aquél que consiga doblar 1000 grullas de papel como recompensa por el esfuerzo y la concentración que hacen falta para lograrlo. Este deseo será una vida larga o la recuperación de una enfermedad. Para los japoneses la grulla significa además paz. Así, el don de las mil grullas es un poderoso gesto de amor, cariño y esperanza.

Fuente: www.taringa.net

El 6 de agosto de 1945, el ejército de Estados Unidos lanzó una bomba atómica sobre la ciudad japonesa de Hiroshima, marcando la primera vez en la historia que se usaba un arma nuclear para la guerra.
De dos años de edad, Sadako Sasaki estaba a un kilómetro y medio de la explosión, y milagrosamente escapó sin lesiones visibles. Nueve años más tarde, Sadako empezó a mostrar síntomas de una enfermedad. Meses más tarde, fue diagnosticado con leucemia, consecuencia de la radiación de la bomba atómica.
Fuente: www.fundacionsadako.org

Un día de agosto mientras recibía la visita de su mejor amiga, Chizuko Hamamoto, esta le preguntó a Sasaki: ¿Recuerdas aquella historia que dice que si logras hacer 1000 grullas de papel con el arte del origami, los dioses te concederán un deseo que se hará realidad?” Entonces Hamamoto plegó una pieza de papel dorado una y otra vez formando una hermosa ave. Se la entregó a Sadako y le dijo: “Aquí está tu primera grulla” 
Fuente: www.fundacionsadako.org

Doblar grullas en origami no es tarea fácil, pero en los días siguientes, después de que su amiga le enseñó la forma correcta de plegar el papel, empezó a hacer tantas como podía. Sadako tenía la edad en la que el ser humano aún conserva la creencia en el poder invisible de los milagros, así que comenzó a elaborar sus propias grullas. Como eran una gran cantidad de pajaritos los que tenía que hacer y no había suficiente material debido a que todo el país se encontraba en recesión, tuvo que ingeniárselas para encontrar otras fuentes de papel, y de esa forma empezó a utilizar todo lo que tenía a su alcance en el hospital: cajas de pastillas, etiquetas, recetas, envolturas de golosinas, cartas, sobres etc… Sadako tenía la esperanza de que los dioses le concedieran el deseo de volver a correr de nuevo. Sin embargo, pensó que no sería justo pedir la curación sólo para ella, cientos de enfermos empezaron a poblar sus camas de hospital (no olvidemos que las víctimas de radiación y mutaciones, se manifestaron entre los 8 y 9 años posteriores al bombardeo). Así que pidió que el esfuerzo que iba a hacer sirviera también para traer la paz y la curación a todas las víctimas del mundo. Pasó el tiempo y el número de grullas iba aumentando, pero el estado de Sadako empeoraba, su piel empezó a amoratarse, perdió el apetito y físicamente se debilitaba cada vez más. Ya había pasado ocho meses en el hospital y su familia la visitaba asiduamente al igual que sus compañeros de clase. El 25 de octubre Sadako hizo un enorme esfuerzo para comer y apenas probó el arroz. Su madre le preguntó tras un par de bocados si el arroz estaba bueno y Sadako respondió: “está rico mami”. Esas fueron sus últimas palabras, pues la niña murió el 25 de octubre de 1955 poco después de que su familia dejase el hospital tras la visita. Sadako había conseguido hacer solo 644 grullas de papel. 


Fuente: http://fondationscp.wikidot.com/
Tras su muerte, sus compañeros del colegio impactados por la pérdida hicieron pública la historia de Sadako para honrar su memoria. Esta tuvo un impacto social muy fuerte, miles de niños en todo Japón sintieron la necesidad de completar la labor de Sadako, y el día del sepelio fue enterrada con sus 644 Grullas de papel, pero más de diez mil grullas de colores de miles de niños de todo el país adornaron su lápida.


Monumento a Sadako en Hiroshima


Una campaña comenzó a construir un monumento para todos los niños que perdieron su vida como resultado de la bomba atómica, y tres años más tarde el Monumento a la Paz de los Niños se abrió en el centro del Hiroshima Peace Park. Una hermosa cúpula dedicada a todos los niños que murieron a causa del ataque nuclear. En la cima puede reconocerse a una chiquilla que con los brazos abiertos sostiene a una espléndida ave dorada con una breve, pero contundente inscripción:
«Este es nuestro grito, esta es nuestra plegaria:
paz en el mundo».

3ºA POR UN MUNDO EN PAZ

Sadako Sasaki se ha convertido en un símbolo de la paz que transciende el tiempo y las nacionalidades. Su corta vida expone la infelicidad y crueldad que soportan los niños por las guerras. El Monumento a la Paz de los Niños recibe unos 10 millones de grullas de papel cada año en todo el mundo. De personas que sueñan con un mundo en paz, como mis alumnos de 3ºA, que inspirados en Sadako, en su gesto de valentía, inocencia, voluntad y en cómo se aferró a la esperanza de vivir hasta el final, han comenzado a crear las mil grullas. Porque si una enfermedad no pudo apagar en ella la voluntad y la plegaria por todas las víctimas del mundo, nuestra clase de 3ªA tampoco. 

Con nuestro gesto queremos honrar su memoria y recordar que todavía las guerras afectan a los niños olvidando sus derechos. Durante el transcurso de los últimos diez años, se estima que más de un  millón de niños han fallecido en conflictos armados.
Para poder conseguirlo, nuestro alumno José Luis Castell, aprendió por sí mismo la técnica de origami de cómo hacer una grulla de papel. A continuación, nos enseñó a todos en una tutoría. Desde entonces, en los ratos libres del colegio, en casa, y en la hora de tutoría de los viernes, todos nos ponemos a hacer grullas mientras hablamos de cómo nos ha ido la semana. 


José Luis Castell
Nos pusimos en contacto con la Fundación Sadako (http://www.fundacionsadako.org/) y desde ahí su Presidenta Tomoko Aikawa, Embajadora de Paz de Hiroshima, nos indicó los pasos que deberemos seguir para mandar las 1000 grullas a Japón. Desde aquí aprovechar la ocasión para agradecer a Tomoko Aikawa sus palabras y su ayuda.

En estos momentos que escribo estas líneas tendremos unas 300 y esperamos llegar a las 1000 antes de acabar el curso puesto que nos gustaría que llegasen para el 6 de agosto, día de la Paz en Japón, a Hiroshima. Si no fuese así, la otra fecha que barajamos como límite es el 25 de octubre, ya que ése día de 1955, Sadako nos dejó.

¡Ánimo chic@s!

"Este es nuestro grito. Esta es nuestra oración. Paz en el mundo."